20 may 2008

LÁGRIMAS DE CRISTAL























DORÉ GUSTAVE




Cómo plasmar el dolor en un trozo de papel.

Cómo calmar la angustia con un abrazo.

Cómo afrontar el miedo frente a un titán con forma de enfermedad.

Cómo contener la impotencia en estas situaciones.

Cómo superar la pérdida de un ser querido.


AUTOR: E.



Al pensar en una lágrima creemos que es un síntoma de debilidad, desconcierto, miedo o desahogo... En parte, así es porque pasamos por todas esas emociones cuando perdemos a un ser querido, muy querido como era él...


Mi retina guarda fresca la imagen de Nochebuena, su presencia en nuestra casa, inesperada o no, siempre era grata... oírle contar sus andanzas, proyectos, sueños en sí que la muerte prematura no le permitió realizar; le admiré desde el mismo momento de conocerle, me pareció un diamante sin pulir, un talento sin descubrir. Soñador con principios, con ideales, amante de la libertad... Siempre a mano, siempre servicial.


Su inesperada partida fue causa de mucho dolor, se produjo un desgarro, brutal arañazo al alma, una madrugada muy amarga que terminó con la esperanza de su recuperación... después el vacío, el dolor, tocaba moverse por inercia, sin saber muy bien como reaccionar, sin permiso propio para llorar.


Con el transcurrir de los días, momentos, secuencias, sonidos, todavía resuena en mi mente, su ausencia... me sacude y a veces, en soledad el dolor retoma el cauce de las lágrimas, sin más, un llanto vacío, su muerte es injusta por Él, por su familia y su hermano... Yo contaba siempre con él... Su ausencia me ha dejado huérfana en cierto modo, solo las lágrimas ahogadas, calladas, prohibidas, a veces van cediendo paso a los recuerdos que arrancan una leve sonrisa... con la mirada triste, perdida en el vacío, buscando un por qué… recordando cómo era Él, y entonces comprendo...


Una lágrima no es síntoma de debilidad, siendo suave da salida a la amargura del dolor, la impotencia, la confusión, el desasosiego, la angustia y el miedo.


Con suavidad esas lágrimas nos consuelan más que mil palabras, en nuestra más estricta intimidad son necesarias, son la evidencia física de afrontar la situación. El llanto da paso a una mayor serenidad, lágrimas de cristal son las que proceden del dolor duro e intenso, las que de tanto daño se congelan.Una sola lágrima congelada puede cortar... como el hielo, nuestros sentimientos se han equipado para soportar una tristeza que aumenta con el pasar de los días, al recordar fechas concretas, cumpleaños, aniversarios etc.


No obstante el vacío que deja en nuestras vidas nada puede llenarlo, solo su recuerdo cristalino lo puede consolar, unos días duelen más que otros dichos recuerdos, de eso depende que en nuestros ojos hayan lágrimas o no.




Para un Quijote digno, valiente, aventurero que supo agarrarse a la vida como a una rosa con espinas… sufrió pero también fue un hombre pleno y muy feliz.


AUTOR: E.


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1 comentario:

El silencio del violín dijo...

E.

Tu dolor es mío también. Inolvidables palabras para inolvidables seres humanos.

Sensibilidad, positividad, fortaleza, creatividad y una bonita alma, se aprecia en tu texto.

Gracias, mil y una vez.

Salut Navarro