VERMEER
AUTOR: L. LÓPEZ
Sin duda el Barroco ha sido uno de los capítulos más importantes de la Historia del Arte, creó la necesidad de realzar los sentimientos, siendo esa constante una continuidad en el resto de estilos.
Posiblemente la palabra Barroco derive del cruce de dos palabras: barroco en portugués que significa "perla defectuosa" y barocco en italiano, "razonamiento retorcido". Hasta finales del siglo XIX, el Barroco era sinónimo de absurdo o grotesco. En la actualidad se aplica ese término para definir algo demasiado recargado.
El Barroco se asocia principalmente con las tensiones religiosas en el cristianismo occidental: la división en el catolicismo romano y el protestantismo en respuesta a la Reforma Protestante. La Iglesia Católica Romana se embarcó en el siglo XVI en un programa de renovación conocido como la Contrarreforma. Como parte del programa, utilizaba el arte como una magnífica herramienta de exhibición. Se destinaba a ser doctrinalmente correcto y visualmente atractivo; emocionalmente pensado para que influyese en la mayor audiencia posible.
El XVII fue el gran siglo de la pintura barroca. A partir de ese momento, se pintaron todos los aspectos de la vida. También se descubrieron las posibilidades de la luz, para definir y dar valor a los seres haciéndolos emerger de entre las sombras más profundas.
Este periodo transformó profundamente las formas del Renacimiento e incidió en la movilidad y el colorido.
Para considerar su gran importancia, solo tenemos que recordar algunos de los artistas barrocos: Rembrandt, van Dyck, Carabaggio, Rubens, Vermeer… sin olvidar el llamado Siglo de Oro en España: Velázquez, Murillo, Ribera, Zurbarán, etc.
Debido a que los pintores de esa época, estaban financiados por la Iglesia, excepto aquellos que lo estaban por la realeza, en gran medida, se observa la ausencia de sensualidad en la pintura durante ese período.
El que se desarrolló en los países flamencos, se caracterizó por la importancia de la luz, lujo y expresión realista. Puso además especial énfasis en el realismo de la vida cotidiana como se observa en las obras de Vermeer expuestas en el blog.
AUTOR: L. LÓPEZ
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